Lucia no era un chica cualquiera, era muy especial y no por que tuviera algún poder o hiciera magia, aunque un poco magica si que era. Lucia era especial por su forma de ser, por
su sonrisa dulce y su
mirada melancólica, su mirada no era así porque estuviera triste no, era así porque siempre deseaba que todo el mundo fuera feliz.
Sus amigas siempre le decían que
era demasiado buena y ella lo sabia por eso
quería ser algo mala pero nunca le salia.
Era demasiado inocente y siempre creía a todo el mundo, por eso se decepcionaba mucho cuando alguien le mentía para aprovecharse o burlarse de ella.
Lucia
era incapaz de enfadarse con alguien y si lo hacia apenas le duraba minutos, aunque a ella no le gustaba esta parte de ella porque decía que así nadie la tomaría enserio.
Su timidez hacia de Lucia una persona muy misteriosa cosa que a ella le encantaba y
su sensibilidad una persona muy humana, aunque para ella en ocasiones se veía una llorona.
Odiaba ver a la gente que quería triste por eso siempre hacia lo que podía para que fueran felices.
Por su personalidad especial a Lucia mucha gente que la querían le llamaban
"Angelito" ya que todo en su interior era amor y bondad, aunque ella no se creía un ángel y simplemente cuando la llamaban así ella les decía:
"no soy un angelito, simplemente soy así".
Y aunque Lucia se llego muchos golpes en su vida
siempre supo levantarse ella sola de todos ellos y siempre con una sonrisa para la gente que la acompaño a lo largo de su camino lleno de baches, charcos y jardines llenos de flores.
Lucia era especial si, pero era así porque la gente que tenia a su lado la hacían especial.
